Confuso ha estado el tema de la marea roja. Y la verdad es que abunda la desinformación y las contradicciones en la actual tragedia del mar interior de la Patagonia Occidental.
Confuso, porque cada actor tiene su versión y definitivamente hay desconocimiento y poca capacidad de coordinación, fiscalización e información transparente. Además da la sensación que pretenden esconder algo.
Así es como se habla de microalgas, floraciones algales y un fenómeno natural, cuando las causantes, la Alexandria catenella y la Karenia son dinoflagelados (y no un alga) y la primera es considerada especie exótica invasiva, o sea no es natural. La Karenia recién está estrenándose en estas lides y por cierto también es exótica. Y esa es una de las preguntas a las que quisiéramos recibir respuesta ¿Cómo llegaron a Aisén? ¿Cómo fueron repartidas por el mar interior de Aisén? Como llegó A. catenella a Quellón y Chiloé se sabe: en un buque transportador de salmones. Además, se suponía que A. catenella se vuelve peligrosa con efecto paralizante para mamíferos al ser filtrada por mariscos, pero aparentemente también sería la causa de la mortandad de ballenas en el Golfo de Penas, en este caso consumidas por krill u algún otro alimento de cetáceos (¿o directamente?). Entremedio aparece ahí en el mismo golfo, la Karenia, con efectos mortales para peces. Y ahora, resulta se estarían muriendo los salmones a causa de marea roja de A. catenella; alguno dice que por falta de oxígeno y otros porque la carga de marea roja es demasiado alta y le afecta las branquias. Por último, está la pregunta sobre la causa de la proliferación de la marea roja. La respuesta fácil es echarle la culpa al cambio climático y la verdad es que efectivamente la mayor temperatura del verano es una de las causas, pero también está el que cada vez hay más nutrientes en el agua; esos que aportan las salmoneras con su alimento y fecas. Y así los dinoflagelados están en su salsa, bien alimentados y reproduciéndose a todo dar.
Luego está el que mientras los salmoneros hacían como que pasa nada, resulta que Sernapesca dice que está desde enero en emergencia y aseguran publicaran, al fin, las mortalidades informadas por las empresas. De a poco nos hemos ido enterando que estas son bastante altas. La cuestión es que también hay dudas sobre que pasa con esas mortalidades (y de creerle a las empresas). Sernapesca dice que han sido procesadas o han ido a parar a vertedero, pero hay quienes calculan que no hay capacidad para tanto y nos enteramos que en reunión entre salmoneros y la institucionalidad regional (5.2.018) se acordó la posibilidad de lanzarla al mar. La Directora (S) de Sernapesca lo niega y que eso sería ilegal. En todo caso, es conocida la escasa capacidad de fiscalización de ese servicio y su habitual colusión con los salmoneros. Y a propósito de mortalidades, como es conocido, en Magallanes no existe planta de procesamiento, ni vertedero para estos fines y se supone los deben transportar a Puerto Chacabuco o Chiloé a mas de 2.000 kilómetros de distancia. ¿Quién fiscaliza que realmente llegan y no se pierdan en el Golfo de Penas, por ejemplo? ¿De dónde creen que hay tanta marea roja en ese lugar, aparte del recambio de agua de los wellboats transportadores de salmón – y dinoflagelados surtidos? ¿De dónde salió el salmón con SRS que llevo la marejada a Tortel el año pasado? De la última mortalidad ahí, en enero, de unas 3 mil toneladas habría llegado a tierra en la Región de Los Lagos un 10%.
Finalmente, Sernapesca emitió el 8 de febrero su Resolución Exenta 475 en que determina que las aguas de buques transportadores de salmón que contengan marea roja deben ser recambiadas solo en un polígono autorizado del Golfo de Corcovado. La justificación es que eso está lejos de los recursos bentónicos y que por satélite determinaron que ahí hay baja productividad primaria. Sin embargo, ese golfo es el principal comedor (producción primaria) del hemisferio sur para las ballenas azules (en peligro de extinción) y francamente no quisiéramos ver que a éstas le pase lo mismo que a las del Golfo de Penas. Además hay ahí unas tremendas corrientes marinas con las cuales en menos de una hora pueden llegar capsulas de dinoflagelados al Área Marina Costera Protegida de Pitipalena Añihué, aun a salvo de la marea roja. Y por cierto, esas corrientes, dependiendo de las mareas entrantes y salientes, también van hacia el sector de Melinka, el Mar de Chiloé, el Canal de Moraleda y el Parque Nacional Corcovado. Para remate y nuestra sorpresa, acabamos de enterarnos que el Ministerio de Economía declaró estado de emergencia en Aisén, prohibiendo traslado de especies acuáticas desde y hacia la región. ¿Entonces para qué es la Resolución 475? ¿No será que es para otro fin?