En COLUMNAS
Peter Hartmann | Director de Codeff Aisen y Coordinador Coalición Ciudadana por Aisén Reserva de Vida 

 

En época de festivales por doquier, el litoral patagónico occidental no podía ser menos y así es como cundió con gran apoyo de las autoridades, el festival de la marea salmón-roja.  En este caso las artistas dinoflagelados invasivos llegaron bajo cierto manto de misterio, de ser microalgas y de ser de lo más natural.. La más antigua estrellita o “villana invitada” antiguamente era Dinophysis acuta, famosa porque mandaba al público directo al WC. Prontamente fue reemplazada en el estrellato por Alexandrium catenella con su efecto sumamente paralizante. Y mientras los focos, los animadores, el público, el jurado y demás  se centraban en ella, llegaron subrepticiamente por las bambalinas otras muy exóticas;  Karenia mikimotoi (esta es la única que sí es microalga) y Coclodinium  polykrikoides para hacer su estreno. Todas estas  artistas buscan el calorcito y luz del solcito del verano, la tranquilidad de fiordos y canales y el alimento que ofrece la natura y los abundantes “restitos” que dejan otros importantes actores, aquellos del festival salmón, enriqueciendo el escenario. ¡Mientras más nutrientes y amonio, mejor! 

La actuación de todas y todos ellos fue tan contundente que hasta están dejando a esos otros actores, también exóticos, para muchos “villanos apitutados” con la autoridad y los animadores un tanto complicados. Es más, hay quienes piensan los llevaran al ocaso. Tal como en muchas novelas trágicas, estas estrellas suelen viajar juntas en yate “wellboat” aunque dicen las microplancton (¡que no es lo mismo que microalga pues, so desinformantes!), también utilizan las aguas de lastre y cuanto materia viva acuática donde puedan agarrarse cual polizón. Eso, por más que los animadores, organizadores  hacen  lo “posible” por evitarlo. Y claro, al llegar, se bajan haciéndose las “si alguna vez te vi, ya ni me acuerdo”. Y por cierto ahora no hay quien pueda sacarlas del escenario que paso de salmón a rojo. De paso, en este festival quedaron también en la playa intoxicadas algunas cuantas tremendas actrices locales, las ballenas, las cuales por cierto siguen corriendo riesgo de ser ninguneadas.

Y a continuación, algunos pensamientos y “critica artística” que hemos juntado en estos días sobre este “festival”: El origen parece ser el circulo vicioso de: desconocimiento de la capacidad de carga, entrega indiscriminada de concesiones, ausencia de fiscalización, no hay capacidad para tratar mortandad masiva, escasa transparencia, escasa información de lo que realmente pasa. Además están los temas no menores de: reacción en vez de previsión y precaución, ausencia de evaluación ambiental adecuada, invasión de áreas protegidas, transporte sin evaluación, sustentabilidad cero. En cuanto a la previsión, es bastante evidente que Sernapesca no ha cumplido con sus responsabilidades, más bien hay un notable abandono de sus deberes lo cual ya lo expresó la Contraloría con respecto a la fiscalización salmonera y ahora está quedando en evidencia con respecto a otra de sus obligaciones: “protección y control para evitar la introducción de especies que constituyan plagas, aislar su presencia en caso que estas ocurran, evitar su propagación y propender a su erradicación”. 

En cuanto a la evaluación ambiental vale recordar que la autoridad le bajo el perfil y ni siquiera exigen estudio en áreas protegidas. Estas se han invadido interpretando o desconociendo interesadamente pronunciamientos de la Contraloría y abusando de la debilidad de la institucionalidad respectiva. En lo que respecta al transporte, Sernapesca ha estado tardíamente intentando remediar el desastre mediante tres resoluciones exentas un tanto cuestionables. ¿Sustentabilidad?: ¡Hasta el Diputado Sandoval reclama de que “la industria no está cabalmente comprometida con Aysén”!

Y a propósito de denuncias, la Directora Nacional de Sernapesca nos instó a hacerlas y la verdad es que llevamos años en eso, recurriendo a la institucionalidad pesquera y ambiental, el Consejo de Defensa del Estado y hasta el Ministerio Público; donde es como golpearse contra la pared. Con la Contraloría General de la República hemos logrado algunos  avances.  Finalmente, cuando alguien se dé el trabajo de comparar nuestras denuncias de salmoneras anaeróbicas, ilegales y con enfermedades y usando plaguicidas hasta en áreas protegidas, lo más probable es que descubran que son más o menos las mismas que ahora tienen problemas de marea roja.

En todo caso, si se maltrata el mar de la forma en que se ha estado haciendo, no se puede extrañar sobre las reacciones y consecuencias que eso trae consigo. ¡Si ya van en la cuantaava crisis fabricada por ellos mismos en el círculo vicioso!

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