“Somos la primera generación que entiende perfectamente lo que está pasando con el clima y posiblemente seremos la última que pueda evitarla catástrofe hacia la que nos dirigimos.”
Jorge Riechman
Estamos intentando, desde la Red de Humedales del Bío Bío (RHBB) y otras ONG de la región -con todas las herramientas de la razón y con la fuerza de los conocimientos acumulados por la humanidad desde el comienzo de la historia, las ciencias y la filosofía-, detener el proyecto Puente Industrial y una Ruta por el Piedemonte. Sin embargo, no nos está yendo bien y debemos reconocerlo.
Por Carlos Bonifetti, socio de CODEFF
Los poderosos argumentos que se han esgrimido para demostrar lo malo que es el proyecto chocan contra los muros de los intereses creados y de la ignorancia. Aun siendo así, la consigna es no claudicar y, por tanto, se seguirá batallando por detener las obras hasta despertar las conciencias adormecidas de gobernantes y tomadores de decisiones que, sabemos, están equivocados (aunque ellos crean que los equivocados son los opositores al puente); y lo están porque se palpa que prácticamente ninguno de los que han actuado en la elaboración y aprobación de este mal llamado “proyecto” ha leído, en profundidad, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y, de este modo, poco o nada han de saber acerca él.
Por otra parte, la lectura y análisis del EIA deja al descubierto su desprolijidad, la ‘cocina’ y la pobreza conceptual en las argumentaciones. Se advierte, además, que en la elaboración del “proyecto” no se han utilizado las herramientas del “Análisis y Dinámica de Sistemas”, indispensables para proyectos tan delicados, de gran tamaño y de tantos riegos de generación de desastres como en este caso.
También puedes visitar: Daños en caminos rurales y pérdida de cultivos: La Huella que dejaron los trabajos de AES Andes en Las Trancas y que tienen movilizada a su comunidad
Nunca es tarde para insistir y advertir lo que se nos viene encima. Hacemos entonces, otro de los tantos llamados a que se detengan las obras y se revise el proyecto a fondo, sobre todo ahora, que están apareciendo varios de los graves problemas que anticipadamente se habían denunciando, con fuerza y fundamento, desde el año 2017 a la fecha, y que habían sido vertidos en las observaciones al EIA por organizaciones ciudadanas y vecinales (JJ VV), ambientalistas y personas naturales. Dichas observaciones, en su mayoría, no fueron respondidas por el SEA y las pocas que tuvieron un conato de respuesta fue con vaguedades o evadiendo el meollo da cada una.
Y llamamos nuevamente a esta revisión porque hay opciones de alternativa, con soluciones viales mucho mejores y de menor costo, analizadas por voluntarios y profesionales de la RHBB y los grupos ambientalistas asociados.
El excelente estudio preliminar realizado por profesionales tesistas de magíster de la Universidad Tecnológica de Delft (TUDelft), Holanda, en asociación con la Universidad Católica de la Sma. Concepción (UCSC), Talcahuano en el año 2015, que fue entregado al ministro de Obras Públicas de la época, Alberto Undurraga en Concepción y en sus manos, así lo señala. De ese informe jamás se recibió desde el MOP algún comentario ni, por lo menos, un acuso de recibo. Y luego, de él nunca más se supo.
Finalmente, por los impactos ambientales negativos que ya está generando la obra, los que están por venir y los graves daños a la naturaleza y a la autosuficiencia alimentaria que se están produciendo, recordemos las cuatro leyes de la ecología de Barry Commoner [1].
Las cuatro leyes de la ecología de Barry Commoner
1. TODO ESTÁ RELACIONADO CON TODO LO DEMÁS
Todo está relacionado con todo lo demás. La Tierra, la biosfera completa, es una compleja y nutrida red de interrelaciones entre seres vivos individuales, comunidades y ecosistemas. Lo que suceda a uno, afecta al modo del «efecto dominó» al resto de los elementos de la biosfera.
2. TODO DEBE DE IR A ALGUNA PARTE
Todas las cosas han de ir a parar a alguna parte. No hay «residuos» en la naturaleza y no hay un «afuera» donde las cosas puedan ser arrojadas.
3. LA NATURALEZA ES LA MÁS SABIA
La naturaleza es la más sabia. El funcionamiento de la naturaleza se ha optimizado a lo largo de millones de años y a través de una serie de procesos de mejoramiento. La evolución ha generado organismos y ecosistemas resistentes que pueden adaptarse unos a otros, en una interrelación que siempre replica la existencia y la vida. Para todos los efectos prácticos y en muchos ámbitos, es básicamente imposible diseñar en un tiempo breve algo que funcione tan bien como lo que ha sido creado a través de una larga evolución.
4. NADA ES GRATIS
Nada es gratis. En ecología, no hay ganancia que no cueste algo. Cualquier cosa que sea extraída de un ecosistema debe ser reemplazada, este es el fundamento de un Desarrollo Sostenible.
Aunque estas leyes son claras, detrás de ellas existe un elemento de fe. La ilusión de que dejemos de creer que el mundo gira alrededor de nuestras necesidades y comprendamos que somos una pequeña parte de un todo mucho más sabio de lo que podemos imaginar. La lección que el Dr. Commoner nos ha dejado [2] [3] es que todo está conectado con todo lo demás. El reto es abordar la ecología como una herramienta para resaltar que la contaminación ambiental, la desigualdad social, las guerras políticas y la economía del exceso deben abordarse y entenderse como partes relacionadas con un problema central y global. Solo trabajando en conjunto es que se puede empezar a solucionar la crisis mundial.
TAREA PARA LA CASA
Como ejercicio y práctica haz el intento de aplicar estas cuatro leyes al proyecto Puente Industrial más el de Ruta Piedemonte y analiza los resultados.
“Si preguntas qué puedes a hacer con respecto al calentamiento global, la única respuesta es cambiar la forma en que entendemos el transporte, la producción de energía, la agricultura y gran parte de la fabricación de bienes. el problema se origina en la actividad humana”.