Este año, el Comité pro Defensa de la Flora y Fauna, CODEFF, cumplió 55 años de vida, periodo en el que se ha consolidado como una de las organizaciones de mayor participación en el mundo ambientalista en Latinoamérica, siendo pionero, entre otras cosas, por concretar el primer centro de rescate de fauna nativa en Chile, el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre (CRFS) Godofredo Stutzin.
El camino de CODEFF en el quehacer ambientalista en Chile ha sido largo, pedregoso, pero también satisfactorio y eficaz, toda vez que se ha logrado generar resguardo de distintos ecosistemas durante la ruta. En este punto es preciso destacar al Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre Godofredo Stutzin, el que día a día atiende a distintas especies de fauna nativa que, debido a la intervención de la mano humana, han visto mermados sus espacios naturales y, por ende, su posibilidad de subsistencia.
Ubicado en el Cajón del Maipo, en la región Metropolitana, el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre Godofredo Stutzin, desde 1992, se ha hecho partícipe del resguardo y rehabilitación de distintas especies de aves, zorros, roedores y felinos, entregados o decomisados por Servicio Agrícola Ganadero (SAG) en cumplimiento de la Ley de Caza.
Pero no solo de rehabilitación de fauna silvestre sabe el centro, porque sus aportes en el área de la educación ambiental han sido de gran trascendencia en la región Metropolitana y zona centro del país. Además de recibir a aproximadamente 150 animales anualmente, el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre Godofredo Stutzin se ha caracterizado por generar instancias de convergencia en torno a la fauna nativa chilena, su importancia y resguardo, con los distintos voluntariados, estudios y talleres abiertos a la comunidad que se han desarrollado a lo largo de estas tres décadas.
Los ejes principales de trabajo al interior del CRFS son; la rehabilitación de fauna, educación y extensión y el aporte a la conservación de especies y desarrollo de estudios científicos. Bajo estas premisas, trabajadoras y trabajadores del centro han marcado su estadía en el Cajón del Maipo, siendo una muestra del espíritu de CODEFF y de su relación con el medioambiente y las comunidades.
Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre Godofredo Stutzin: Tres décadas al servicio de la Naturaleza en Chile
En estos 31 años de existencia, el CRFS ha dado respuesta, de manera pionera en Chile, a la delicada situación de la fauna silvestre y su necesaria protección, a través del perfeccionamiento de sus instalaciones y el arduo trabajo de quienes han pasado por el centro, el que lleva el nombre de Godofredo Stutzin, fundador de CODEFF.
Sobre la historia de desafíos, sacrificios y satisfacciones, conversó con nosotros, Bárbara Zentilli, primera veterinaria del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre Godofredo Stutzin, allá, por el año 1992, cuando todo comenzó para el centro.
“El primer caso que tuve que tratar en el centro fue un zorro que tenía sarna y había que subir todas las semanas a hacerle los tratamientos”, relata Bárbara, quien permaneció en el CRFS durante 20 años.
Corría la década de los 90 y parte de las vicisitudes que debió sortear la profesional pasaron, también, por la falta de tecnología propia de la época. “En ese tiempo no había celular, no había cómo comunicarse, por lo que mi labor era subir una vez a la semana al centro a ver que estuviera todo bien, a ver que el cuidador no necesitara nada y así me fui quedando cada vez más, hasta que se me pidió ser la encargada de fauna del centro”.
Los desafíos para consolidarse como un Centro de Rehabilitación
Sumado a las complejidades tecnológicas y los desafíos de iniciar un proyecto de esta envergadura, la historia del CRFS partió como un espacio de rescate de animales, específicamente de fauna silvestre.
En esta línea, la Bárbara Zentilli explica que, “llegaban animales por diversas causas, los que después se soltaban, se regresaban al medioambiente cuando se podía, por ello, uno de los desafíos fue transformarlo en un centro de rehabilitación propiamente tal. Para eso, implementamos protocolos de rehabilitación general y por especie. Se trabajó mucho en intentar hacer rehabilitación.”
Gracias a una labor mancomunada con el SAG, el equipo a cargo del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre Godofredo Stutzin, pudo crear los protocolos de fauna silvestre antes mencionados, siendo este, “uno de los puntos más desafiantes”, afirmó la veterinaria.
Durante los próximos años, el CRFS fue creciendo en infraestructura, con mayor cantidad de jaulas y aviarios para el tratamiento, principalmente, de loros choroy, “pero en bandadas, no como se hacía antes, de a poco, sino que armar bandadas de loros, para poder ser liberados como tal y que tuvieran un porcentaje de éxito importante al ser reinsertado”. Fue tras esta labor y mejoramientos que se concretó la liberación de la primera bandada de alrededor de 80 loros en el sur del país, hecho catalogado como “un éxito” por la profesional.
La importancia del Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre Godofredo Stutzin y su presente
La importancia del CRFS no solo radica en que fue, junto al centro de aves rapaces, el único de su tipo durante al menos 10 años, sino que, además, tiene que ver con su enorme aporte a la educación ambiental en Chile.
Sobre estos dos aspectos, Bárbara Zentilli, una de las primeras voluntarias del centro, acotó que, “se recibían animales de todo el país, trabajando en conjunto con el SAG, para poder ver normativas y apoyándonos en la implementación de la Ley de Caza y permitir tener un ligar físico a donde llegaran estos animales decomisados. En cuanto al valor educativo del centro, la veterinaria agrega que, “es tanto o más importante que la rehabilitación, además de difundir y dar a conocer el tema de la fauna silvestre. Por el centro han pasado miles y miles de niños, muchos colegios, donde se trabajó con respecto a los cuidados, la importancia de la fauna y la flora, entre otros. Por ello, en el tema de la concientización, CODEFF y el Centro jugaron un rol muy importante, porque si la gente conoce, la gente protege”.
Actualmente, el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre Godofredo Stutzin se encuentra en una campaña de apadrinamiento, iniciativa que consiste en el compromiso de patrocinio de uno de los animales en rehabilitación en el centro, a través de un pago de donación mensual, semestral o anual. Este apadrinamiento simbólico permitirá, entre otros, ir en ayuda de la mantención, alimentación y cuidados veterinarios de las distintas especies atendidas en el centro.
En estos 31 años de vida del Centro, la labor de rehabilitación y protección de fauna silvestre, además de su retorno a su hábitat natural, siguen siendo urgentes y requieren del apoyo de toda la comunidad, por ello, el llamado es a valorar este tipo de espacios, pero también, potenciarlos a través de voluntariados o aportes como el mencionado con el apadrinamiento.