El 4 de octubre es una fecha que invita a reflexionar en torno a los tratos, cuidados y conservación que se tiene de los animales a nivel mundial, pero, sobre todo, de la fauna silvestre, que vive bajo constante amenaza.
En esta línea, cabe preguntarse, más allá de lo que hacemos para entregarles un mejor vivir a los animales domésticos, o domesticados, qué hacemos realmente por la fauna silvestre, endémica de los territorios.
Lo anterior, salta a la luz cuando, por ejemplo, desde el Estado y el empresariado no se consideran los hábitats de los animales al momento de intervenir humedales, ríos, bosques nativos, entre otros ecosistemas.
Si los proyectos de corte extractivo o energético no consideran los impactos que generan las faenas e intervenciones dentro de los ecosistemas del territorio en la vida de los animales, seguiremos alejándonos, aún más, del debido respeto que deben mantener los humanos con la naturaleza, de la que forman parte y les da la posibilidad de vivir.
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Además, si a esto le agregamos que instituciones relacionadas con el medio ambiente no fiscalizan los diversos impactos que generan dichas intervenciones en los ecosistemas, la fauna silvestre termina pasando a segundo o tercer plano.
Debido a esta encrucijada, el Comité pro Defensa de la Fauna y Flora (CODEFF) mantiene desde 1992 un centro de conservación y cuidado de fauna silvestre en el Cajón del Maipo: el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre Godofredo Stutzin (CRFGS), uno de los más importantes en Chile.
A través del trabajo del CRFGS, CODEFF ha podido aportar mucho a la enorme tarea de resguardar distintas especies silvestres que habitan en nuestro país. La institución se ha hecho cargo de la rehabilitación de pumas, zorros chillas y culpeo, loros tricahue, cachañas, choroyes, chinchillas, coipos, pudúes, culebras de cola larga, iguanas chilenas, arañas pollito, entre otras especies que pasan y han pasado por el primer centro.
Hoy, en una nueva celebración del Día Mundial de los Animales, desde CODEFF hacemos un especial llamado, tanto a la ciudadanía, como a las autoridades (Ministerio de Medio Ambiente, SAG, etc.), a considerar el riesgo en el que se encuentra nuestra fauna nativa y el punto de no retorno en el que se están distintas especies en extinción, como el monito del monte, el huemul, la chinchilla cordillerana, el picaflor de Juan Fernández, el loro tricahue, el pingüino de Humboldt, la tortuga Laúd, el canquén colorado y muchas otras más.
