Este 14 de febrero se dio por finalizada la temporada del voluntariado CODEFF en Cobquecura. 24 colaboradores participaron en las labores de resguardo y protección a las crías de lobos marinos, quienes, pese a la actual emergencia sanitaria que atraviesa el país, acudieron al llamado realizado desde nuestra organización
La temporada inició con un reconocimiento público por parte de las instituciones y las autoridades locales a los 30 años que el voluntariado del Comité Pro-Defensa Fauna y Flora lleva en la zona. Para Luciano Pérez, presidente de CODEFF, “este es un hito histórico importante, porque somos parte de la historia local, somos parte de una relación virtuosa con el municipio que fue cambiando su economía local, de antigua acciones de cacería y depredación a una ciudad sustentable con mucho turismo y gran demanda recreativa entorno al santuario”.
Durante este período participaron 24 voluntarios, y se tomaron todas las medidas sanitarias correspondientes. Cada grupo que ingresaba al turno se le realizaba un PCR preventivo, de esta manera se evitaron los contagios. Ante cualquier emergencia había una lista de espera de voluntarios capacitados para cubrir cualquier inconveniente que resultara en estos exámenes, también, se cumplieron los protocolos del lavado constante de manos, uso de alcohol gel, guantes y mascarillas desechables.
En cuanto a las labores realizadas, se esperaba que hubiese un mayor número de varazones, ya que, “hasta el 14 de febrero hubo 100 crías varadas, en tanto el año pasado, en dos días tuvimos cerca de 90, estuvo una temporada muy extraña en relación con la varazón de crías, esperábamos más pero siempre es bueno si es poco” mencionó Constanza Núñez, Coordinadora del Voluntariado.
Lamentablemente existieron 2 episodios negativos, que fueron la destrucción del corral en donde descansan las crías de los lobos marinos. En la primera instancia murieron 6 mamíferos y dañaron parte del corral. En la segunda destrucción, solo existieron daños materiales, pero nuestros voluntarios rápidamente repararon todo lo que habían destruido.
Para Luciano Pérez, presidente de CODEFF, lo positivo de este temporada fue la unión que existió entre las instituciones que participaron en el resguardo y protección de la zona. “Como todos los años agradecer el apoyo de Sernapesca que es clave como autoridad en la materia y nos ayuda con sus vehículos y profesionales, y tradicionalmente al equipo municipal que pasa las instalaciones y coordina la entrega de alimentos y distintos beneficios para los voluntarios que están en el liceo” además, agradeció a la Universidad de Concepción, que colaboró con recursos para arrendar botes y a la Seremi del Medio Ambiente, que entregó casacas y poleras para el voluntariado.
Queremos dar las gracias a cada uno de los voluntarios de CODEFF que participaron esta temporada, aunque las condiciones sanitarias eran adversas de igual manera trabajaron con las mejores energías en el resguardo y protección del Santuario de la Naturaleza en la “Lobería de Cobquecura”.