El 3 de marzo se celebra el Día Mundial de la Naturaleza, también se conoce como el Día Mundial de la Fauna Silvestre. El año 2013, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) creó esta celebración con el propósito de destacar la importancia que tiene la conservación de la flora y fauna para el planeta.
La elección de esta conmemoración se debe a que el 3 de marzo de 1975 se aprobó la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), acuerdo que fue clave para la protección de la fauna silvestre.
El aporte que tienen los animales salvajes y plantas para el bienestar humano y sustentable no se puede calcular, ya que, abarca desde el ámbito social, económico, ecológico, científico, hasta el aspecto estético de nuestra vida.
Este día es importante porque se puede generar conciencia en las personas sobre los beneficios que tiene la conservación del entorno natural para nuestras vidas, además de disfrutar de lo hermoso que es la flora y fauna silvestre. En esta festividad, también se aprovecha de denunciar los delitos que se cometen en contra del medio ambiente y los efectos en la disminución de especies nativas, acciones provocados por los humanos, generando grandes pérdidas en nuestra biodiversidad.
El tema del Día Mundial de la Naturaleza para este año es, «Los bosques y los medios de subsistencia: sustentar a las personas y preservar el planeta». El motivo se debe a que los bosques y las tierras arboladas representan casi un tercio de la superficie terrestre y son los pilares básicos del sustento y el bienestar humano.
Las comunidades indígenas y rurales mantienen un vínculo estrecho con estos sistemas naturales, porque de ellos obtienen alimentos, refugio hasta energía y medicinas. Pero también existe una fuerte conexión personal, cultural y espiritual con estos entornos. Se estima que alrededor del mundo viven más de 800 millones de personas en este tipo de zonas y son consideradas como protectoras históricas de las reservas de la diversidad biológica.
Los servicios y recursos que entrega el ecosistema de los bosques y las áreas boscosas permiten el filtrado y el depósito de agua dulce que garantiza la fertilidad de la tierra y el control del clima, estos son importantes para la economía global y los habitantes de todo el mundo. Sin embargo, los bosques se encuentran dentro de las crisis planetarias que enfrentamos, desde el cambio climático hasta la pérdida de biodiversidad y el impacto social y económico de la actual pandemia mundial.
El daño a la biodiversidad
Los expertos en medio ambiente señalan que estamos viviendo una situación sin precedentes, debido a que la tasa de extinción de especies es 1000 veces superior a la tasa natural en la vida del planeta tierra. Esto ha creado la idea de que entramos en un nuevo proceso geológico llamado Antropoceno. Este es un periodo terrestre marcado por los impactos que han provocado las actividades humanas sobre los ecosistemas del planeta, de esta manera se estaría poniendo fin a la época del Holoceno. Dicha situación quedaría registrada en los fósiles y a futuro sería mirada como una huella en los estratos geológicos.
Este año es clave en la protección y conservación de la biodiversidad, porque se llevará a cabo la COP15 del Convenio de la ONU Sobre la Diversidad Biológica, en esta reunión se busca revisar los Compromisos de Aichi, firmados en la COP10. Además, se creará un plan que pretende cambiar los vínculos que tiene la sociedad con la biodiversidad, para que el 2050 se cumpla el objetivo de vivir en armonía con la naturaleza. Este encuentro se llevará a cabo del 17 al 30 de mayo del 2021 en Kunming, China.