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Este verano ha hecho notar mas que nunca la sequía legal en algunas cuencas de Aisén, mas la sequía climática en casi todas, esa de un planeta cada vez mas caluroso ¿o enfermo?

Mientras el gobierno intenta un plan de riego regional (en otras regiones son por cuenca), descubriendo que en muchos casos no queda agua para eso, debido a que es propiedad de las transnacionales eléctricas. Sin duda, con agua para regar en verano mas de algún territorio baldío podría volverse productivo.

Mientras la atención se centra en ese plan, nos hemos percatado que también hay en esto otra escala y realidad y que involucra a mucha gente y un extenso territorio. Y fue don Alberto Saini el que nos hizo poner la atención en este asunto. La cuestión es que pocos dueños de predios agrícolas y menos aun los campesinos pobladores cuentan con derechos de agua y algo se ha estado intentando remediar esto mediante regularizaciones de derechos en uso. Tema prioritario sin lugar a dudas. Pero además, muchos ven con ansiedad estas sequías, en que se empieza a acabar el agua para regar, para el ganado y hasta para sus viviendas. Y en muchos casos prevenir esto implica un manejo apropiado de las microcuencas que les surten del liquido vital. Y ahí es cosa de observar la diferencia entre cuencas con bosque, cuencas desnudas y erosionadas, cuencas con ganado y cuencas con plantaciones de pinos. Igual se podría observar que pasa con cauces expuestos al viento y sol, versus cauces protegidos. Como se apreciará este tema no es menor, aunque habitualmente menospreciado porque se supone en Aisén nos sobra el agua. A lo mejor sobra, pero solo en parte del año y los veranos vienen cada vez mas secos y no sabemos como aprovisionarnos. Sequía que afecta incluso al abastecimiento de agua potable de algunos poblados. Y por cierto hace aumentar el peligro de incendios, peligro también cada vez mayor.

Cuando uno visita Francia, Alemania y otros países de Europa podrá observar que todas las laderas de cerro están cubiertas de bosque o plantaciones y la gente tiene muy claro el porque eso es así: Para proteger la pendiente y que esta entregue agua y nutrientes a los campos y poblados que se encuentran a sus pies. De paso, los propietarios así diversifican sus ingresos y pueden recurrir al bosque por sus productos y subproductos. Los alemanes calcularon que un metro cuadrado de bosque de haya (fagácea símil a la lenga o ñire) retiene y almacena 30 litros de agua, o sea en una hectárea son 300 mil litros con lo que un bosque hace las veces de represa natural sin necesidad de muros. Eso no ocurre en plantaciones de pino, los que no retienen tanta agua y además la requieren para si mismos. A su vez, en el Norte de Argentina este verano se la han pasado inundados y eso porque la selva ha sido reemplazada por plantaciones de soya y ya no se retiene el agua, el que al igual que en las laderas quemadas de Aisén, ahora escurre libremente arrasando con todo y arrastrando de todo. El bosque no solo protege el suelo y el agua, también mejora la calidad del aire, absorbe dióxido de carbono  y equilibra el microclima contribuyendo al clima general. Lo que hoy en día llaman servicios ecosistémicos.  No en vano, parte importante de las medidas ante el cambio climático consisten en aumentar la superficie de árboles y ojala bosque. Y decimos ojala, porque por desgracia en esto metió la cola el lucro y los fondos de los criticados bonos de carbono se están usando para plantaciones comerciales que no siempre cumplen con los objetivos de servicio multipropósito ecosistémico.

Así es que por lo visto, el tema es mayor a solo un plan de riego. Lo que falta es una política más integral sobre estos temas, lo que para variar parte en lo cultural. De hecho los planes de manejo forestal deben cautelar la protección de cauces y pendientes ¿pero que pasa con la ganadería y otros usos de suelo (minería, extracción de áridos, urbanización) donde es habitual observar todo tipo de abusos? De hecho también ¿sabia Ud. que existen leyes y hasta había un Decreto Supremo (¿vigente aun?) por los cuales se protege las orillas de cauces en esta región? Leyes poco conocidas y menos aun respetadas y hechas respetar, aunque sus beneficios son evidentes y mayúsculos. También nos encontramos con propuestas de la UACH para mejorar la legislación en este sentido. Y aquí volvemos a lo cultural, si tuviéramos conciencia y comprendiéramos la importancia de este tema, ni leyes se necesitarían y estaríamos entre todos cuidando nuestros bosques y cauces de agua sin lamentarnos de la sequía.

 

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