En AMBIENTALES

El álamo es un árbol típico del paisaje rural que se usa principalmente para resguardar del viento y entregar sombra. Sin embargo, tiene muchísimo potencial par la diversificación forestal en Chile. Por ello, la Universidad de Talca, ha investigado y trabajado por más de diez años en la generación de nuevas variedades de álamos, de las cuales seis están protegidas intelectualmente mediante la inscripción en el registro de Variedades Vegetales, regulado en Chile por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).

El Centro Tecnológico del Álamo (CTA) de la U. de Talca ha trabajado en el desarrollo de nuevas variedades de álamo, que buscan transferir, apoyados por la CNA a un grupo de pequeñas y medianas empresas industriales y además propietarios forestales interesados en el cultivo de  álamos. “Buscamos promover el desarrollo y cultivo del álamo en Chile”, sostiene Francisco Zamudio, Director CTA.

“Estas nuevas variedades de álamo tienen características más competitivas respecto a las variedades tradicionales que actualmente se cultivan en Chile. La tasa de crecimiento volumétrico, y propiedades de la madera superiores, las hacen muy atractivas para productos madereros de alto valor agregado”, indica Cristián Espinosa, Director del proyecto Fortalecimiento de la competitividad de la Pyme maderera regional, de la U. de Talca.

Otra ventaja de las nuevas especies, es que el tiempo de rotación de las plantas se disminuye de 14 a 10 años, lapso que se traduce en ingresos para los productores a un plazo más acotado.

Roberto Cornejo, Secretario Ejecutivo de la CNA, señala que las variedades de álamos tienen el potencial de transformarse en el tercer recurso forestal de Chile. Además, que hay interés y demanda por la madera rolliza de álamo, pero que falta incentivar su forestación, especialmente en los pequeños propietarios.

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