En COLUMNAS
Peter Hartmann, Director de CODEFF Aisén y Coordinador Coalición Ciudadana por Aisén Reserva de Vida – 14-03-2018

Entre el viernes y domingo pasado se realizó en Coyhaique, Puerto  Aisén y Bahía Acantilada el quinto Encuentro de la Red por los Ríos Libres de Chile. Esta Red es una plataforma de dialogo en la que  se comparten experiencias y generan apoyos para la defensa de los ríos, los territorios y quienes los habitan. 

Se conformó en agosto 2016 producto de las preocupaciones de las comunidades y grupos ciudadanos ante las amenazas que enfrentan los ríos. Según esta red, “un rio libre es un ecosistema complejo sin intervenciones como centrales o embalses. Donde comunidades locales, pescadores, turistas y deportistas pueden disfrutar por igual sus beneficios ecológicos sociales y económicos”. 

Si bien ya había participantes de nuestra región  en la red, por nuestra parte esta es la primera vez que nos involucramos de varias formas. A solo horas de finalizado el encuentro y con participantes extra-regionales aun por acá, cuesta hacer evaluaciones sesudas y transmitir conclusiones, tarea que además preferimos dejarle a los organizadores y dirigentes de la red. Eso, además de felicitar y agradecer la organización local que a veces a puro pulso sacaron adelante sus tareas.

Por el momento aún están a flor de piel las emociones de este encuentro, que las hubo hartas, y en eso la verdad es que más que nada sentimos muy buenas vibraciones, solidaridad y compañerismo y amor por los ríos. Diálogo hubo bastante, compartir experiencias también, y en eso evidentemente los dueños de casa de la Patagonia sin Represas regionales fuimos las estrellas.  Y en cuanto a apoyos,  las mayores demandas de la contingencia fueron del Alto Maipo, proyecto semiparalizado que es posible intenten salvarlo con apoyo gubernamental y del Río Ñuble donde  lidian con un proyecto de central de paso que pretende dejar el rio con solo 8% de su caudal a lo largo de 16 kilómetros, lo cual se ha estado construyendo en forma irregular, y el embalse Punilla que sería la segunda represa más grande de Chile con un muro de 136 metros de alto y con el que se pretende inundar 1.700 hectáreas. Este último es  gestionado por el gobierno para riego, concesionando además una central hidroeléctrica a la italiana Ansaldi. Vale agregar que ese embalse afecta una Reserva de la Biósfera UNESCO y al territorio más septentrional habitado por huemules, donde se han hecho grandes avances en su protección, y que esto viene a ser un tremendo atentado a esos logros.  Este interés gubernamental ha llevado por años a hacer vista gorda ante las irregularidades en los proyectos empresariales, pero cuando los opositores hace poco se manifestaron en el lugar, ágilmente los demandaron aplicándoles  todo el peso de la ley.  De esas “ley del embudo” y colusión bastante típicas en estas cosas. ¿Ud. sabia de estos proyectos y lucha por el Ñuble libre? Por cierto, esa invisibilización es uno de los problemas con que en la red lidiamos habitualmente.

Como decíamos, los dueños de casa tuvimos un rol protagónico de transmitir nuestra experiencia en largas y victoriosas campañas y también con nuestras propuestas. Esas, como aquella de Aisén Reserva de Vida en la que fundamos todo nuestro actuar, y ahora, con la política energética para Aisén Reserva de Vida. En todas esas décadas de campañas es harto lo que podemos compartir de aprendizajes y estrategias. Y ¡vaya que nos costó muchas veces aprender y obtener información para poder actuar! Y sin dudas harto que nos sirvieron las experiencias y trabajos  anteriores, por ejemplo en el Bio Bio y la información de International Rivers Network. Esos avances evidentemente le ahorran harto tiempo y esfuerzo a campañas y defensas posteriores. Entre ellos están: prevenir y madrugar al proyecto, hacer tiempo y usar las coyunturas, conocer bien el lugar, organizarse, armar redes y alianzas, convertirse en liliputenses amarrando al gigante Gulliver, contar y cuidar la información y la credibilidad, participar en todas las instancias y espacios posibles, movilizar ya que las decisiones se cortan en lo político, pero no olvidar que habrán instancias como los tribunales ambientales a quienes acudir. Y por supuesto no olvidar nuestra base ética, tener propuestas y luchar por una causa, región, vida, por amor y no con resentimientos.

  • Fotografía: Futuro Renovable
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