En los últimos días el Ministerio del Medio Ambiente anunció que llevará al Congreso una ley que prohíba las bolsas plásticas a nivel nacional en todas las tiendas que entreguen bolsas comunes y biodegradables, siendo el primer país en América del Sur en tomar una medida de este tipo para el cuidado de la biodiversidad. Sin embargo, y contradictoriamente a esta intención, Chile sigue siendo uno de los países con mayor contaminación en sus océanos y costas.
Una encuesta realizada el año pasado por este mismo ministerio determinó que el 90% de la basura en agua corresponde a plásticos en general, siendo el 30% bolsas comunes y biodegradables. Además el 90% de las aves que viven de alimentos del mar tienen plástico en el estómago, siendo una de las causas de mayor muerte en ellas. Se estima que para el 2050 un 99% de ellas habrán ingerido plástico alguna vez en su vida.
Los últimos datos entregados por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el 2017 aseguran que cada año se lanzan al mar más de ocho millones de toneladas de plástico a nivel mundial, lo que equivale a verter un camión lleno de basura cada minuto. Las cifras son alarmantes y a este ritmo en unos 30 años habrá más plásticos que peces en el mar.
Bolsas plásticas: un problema mundial “Embolsando el planeta”
El problema de las bolsas es global. En el caso de Bangladesh, país ubicado en el sur de Asia, se han prohibido el uso de estas, ya que tapan las cañerías y producen inundaciones, causando graves problemas en las calles de la ciudad y casas..
En el caso de Sudáfrica, las bolsas plásticas fueron bautizadas como “flor nacional” en el país, puesto que su uso se había descontrolado y en cada esquina se podía encontrar con una.
En Europa algunos países ya tomaron conciencia, prohibiendo desde el 2013 el uso de las bolsas plásticas de una manera paulatina. Un ejemplo es Francia, que ha llegado a disminuir el uso de bolsas a 90por habitante al año, siendo uno de los primeros países de Europa en poner fin al uso de las bolsas.
¿Y Chile?
Paulatinamente se están viendo cambios en nuestro país. Un ejemplo es la comuna de Pucón, de la región de la Araucanía, que fue la primera en prohibir bolsas plásticas en centros comerciales en el año 2013 debido al gran impacto del turismo de la ciudad. Tras una consulta ciudadana ese mismo año, se realizó una marcha blanca donde no se entregaba bolsas plásticas en los comercios. “Fue un proceso complicado, porque la población no está acostumbrada a estos problemas, reflejando que el impedimento es netamente educacional” expresó Carlos Barra Matamala, alcalde de la ciudad.
La comuna de Hualpén, de la región del Biobío, fue otro caso donde en el año 2014 lograron retirar las bolsas de ocho supermercados y tiendas. Hay que agregar que esta medida ha permitido sacar de circulación 31 millones de bolsas.
En el caso de la Región Metropolitana, se implementó una ordenanza en el año 2015 que buscó crear conciencia en la ciudadanía. Esta acción ya ha sido adoptada por 18 comunas, pero muchas veces las personas no se enteran si no son informadas, por lo que no utilizan bolsas biodegradables. Al parecer un cambio de conducta requiere estar permanentemente informando y educando para que se tenga claro que las bolsas de plásticos se hacen a base de petróleo, que son costosas, no renovables y su reciclaje no es rentable. Es más costoso reciclarla que fabricarla y su eventual degradación se tarda entre 150 a 400 años.
Entonces, ¿Cómo puedo ayudar al medio ambiente?
El Comité Nacional pro Defensa de la Fauna y Flora-CODEFF, como la primera ONG ambiental en Chile, ha sido testigo del impacto de las bolsas de plástico y considera sumamente grave la situación del uso de bolsas plásticas que afectan diversos ecosistemas y especies de ríos, humedales y océanos, por lo mismo presenta unos tips que pueden ser muy útiles para dejar de lado el consumo del plástico:
La humanidad se encuentra en un momento crucial en el que debe hacer grandes transformaciones culturales para dejar de afectar a nuestro planeta y evitar poner en riesgo a las futuras generaciones. Tomar en serio estos cambios, es tomar en serio la vida y la supervivencia de todas las especies de la Tierra.