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Conversamos con Víctor Hugo Inchausty, director de la Unión Interncional para la Conservación de la Naturaleza sobre el estado de la UICN, los cambios en su organización a raíz del último congreso y del futuro de esta en Chile.

Para comenzar y contextualizar al público general, nos puede explicar ¿qué es la UICN?

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza es una organización fundada en 1948, cuando comienza el proceso de creación de las Naciones Unidas. En ese momento se vio la necesidad de tener una unión fuerte en temas medioambientales entre varios actores. Por eso, nosotros no solo somos representamos a un sector de la sociedad, sino integramos a Estados, organizaciones de la sociedad civil, ONG, universidades, centros de estudio, pueblos indígenas y  los diferentes sectores de la sociedad. Además tenemos 15 mil expertos que a nivel personal apoyan con su conocimiento.

¿Cuáles son las líneas de trabajo que actualmente tiene la UICN?

En primer lugar trabajamos analizando el estado actual de la naturaleza, qué es lo que pasa con las áreas protegidas actualmente. Otro eje de trabajo es la gobernanza. Cómo definimos cómo se toman las decisiones en nuestras sociedades y se involucran los distintos sectores de la sociedad  y los involucramos y empoderamos.  Finalmente tenemos las soluciones basadas en la naturaleza, que son la utilización del ecosistema para lograr beneficios a la comunidad y mejorar su calidad de vida, para hacer entender a toda la población que invertir en la naturaleza es invertir en nuestra vida.whatsapp-image-2016-10-28-at-16-40-36

En septiembre se realizó el Congreso Mundial de la Naturaleza de UICN, donde se vieron las prioridades para los próximos 4 años. ¿Cuáles serían estas prioridades  para América del Sur?

Primero fortalecer la membrecía a la UICN, siendo los catalizadores en nuestros países y en la región de mesas de diálogo e interacción entre distintos actores apoyando diversos procesos sociales. Creemos que UICN es una plataforma que permite integrar intereses de distintos niveles de la sociedad civil. Pero la tarea durante este periodo es cómo logramos llegar a un espíritu de colaboración entre organizaciones en un mundo donde los recursos en general van siendo más escasos.

Además las oportunidades y desafíos que facilitan las Redes Sociales, por otro lado  dificulta la unión, ya que se crean muchos espacios de discusión en los cuales el mensaje se dispersa.

Otro desafío que tenemos es integrar el conocimiento, la interdisciplinaridad e intersectorilidad en los procesos de desarrollo. Esto debido  a que cada área considera que sus intereses serán los más importantes.

El tercer desafío es pensar que tenemos una responsabilidad intergeneracional: el tipo de Planeta que estamos dejando. Tenemos que ser responsables y dejar de pensar más allá de interés sectario, o muy especifico; estamos hablando de la supervivencia de nuestra especie y la calidad de vida de nuestros hijos y nuestros nietos.

En el contexto latinoamericano, Chile es un caso particular, pueso que CODEFF es el único organismo con participación activa en la UICN. ¿Usted cómo catalogaría esta situación?

Esta situación donde no se ha ido incrementando el número de miembros responde a factores diversos de cada país en especifico. Pero es algo que se va a revertir. Es algo que estamos haciendo con CODEFF, revitalizando el interés y poder reconstruir el valor agregado que tiene ser parte de una unión que es global y ver cómo podemos apoyar a nivel nacional a hacerla crecer y aumentar su esfera de influencia. Tenemos también la situación que en algún momento el espíritu de competencia entre las ONGS ha sido muy alto. Pero creo que estamos en un proceso de cambio donde la colaboración debe primar. Además en Chile tendremos dos integrantes más que ya están postulando (Así Conserva Chile, Fundación de la Palma Chilena). Finalmente este es un momento en donde existen cambios fuertes en la sociedad chilena, en lo que está pasando y es un momento que es muy necesario que todas las organizaciones de la sociedad civil que estén interesadas en este cambio y en sentarse en un mesa, existen vientos propicios para que se cree en esta Unión.

whatsapp-image-2016-10-28-at-15-54-07CODEFF organizó a su llegada una reunión en donde se convocaron a un serie de organizaciones para un dialogo sobre la UICN. ¿Cómo considero esta reunión?

Fue muy importante para nosotros ver el comportamiento chileno, el cual es diferente al de otros países andinos, y reconociendo esta particularidad, ver cómo se relacionan las organizaciones presentes. El resultado fue muy esperanzador y halagador, especialmente por el interés de asociarse, trabajar y seguir adelante en el proceso. Fue una reunión muy exitosa, tenemos que seguir hacia adelante propiciando que trabajemos juntos. Porque no es el interés de la UICN aumentar el número de miembros, nos interesa trabajar con los miembros y lograr las metas de conservación. La masa crítica no tiene que ser en números, sino en acciones.

Uno de los grandes cambios que se realizó durante el último Congreso Mundial de la Naturaleza es que los pueblos originarios tendrán un nuevo estatus dentro de la organización interna de la UICN. ¿Cómo la UICN afronta este cambio y la incorporación de estos actores?

Más que un cambio, esta nueva categoría nos impone el cómo logramos que las organizaciones indígenas lleguen a entrar a ser parte de la Unión con voz y voto sin tener que convertirse en una ONG. Ellas ya tienen una serie de herramientas internas que son aprobadas por la legislación interna de los Estados, y la innovación va en ese sentido, de respetar el reconocimiento de sus países. En el contexto latinoamericano vemos que esto va a ser muy enriquecedor, pero lo más importante  será cómo logramos incluir en los Comités nacionales de la Unión a estos nuevos miembros y trabajar de manera conjunta. En Chile se puede formar una mesa muy interesante en donde podamos construir. Existe una gran oportunidad para el país.

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