Es un agrado salir a terreno a las maravillas que ofrece Aisén Reserva de Vida y compartir con su gente. En estos últimos días estuvimos en Puerto Ibáñez y Chile Chico con el geólogo David Valenzuela Hernández compartiendo su trabajo sobre los geositios volcánicos del sector. Además, tuvimos una instructiva caminata al Valle Lunar de la Reserva Jeinimeni.
En Pto. Ibañez, el miércoles pasado, conversamos con integrantes de la Agrupación Puro Ibañez mostrándoles los geositios que hay por ahí y su contextura geológica. El interés es grande y el temor a la minería también. En el cruce en la “Tehuelche” hacia Chile Chico de esa tarde apreciamos alguno de esos interesantes geositios. Igual, a la vuelta veníamos mirando parte de aquellos de la orilla sur chilechiquense.
El jueves, estuvimos en dos radioemisoras de Chile Chico difundiendo la actividad de esa tarde. Entremedio, nos invitaron a un interesante paseo en lancha por la bahía y sus islas. ¡Vaya que tiene harto que mostrar Chile Chico! La geo- actividad se realizó en el Centro Integral Nazaret administrado por varias organizaciones culturales, preocupadas porque el propietario lo vendió a la municipalidad, con lo que temen quedarán en la calle y la verdad es que eso sería muy lamentable. La charla –capacitación en geología, geoparque y geositios de Chile Chico, producida por Corina Ainol de la Asamblea Chelenko, conto con una excelente participación de treinta personas super motivadas. La verdad es que hace tiempo no nos topábamos con tan buen público y expositor. Y en cuanto a los geositios existentes ahí, son superlativos y pensamos en algún tiempo serán más famosos de lo que algunos, como el sector del Valle Lunar y el Cerro Apidame, ya lo son. Lo otro en que reparamos es en la necesidad de una mayor geocultura: cuando uno vive en un lugar, lo mínimo es saber algo de su contextura, de su evolución en millones de años y del porque es así. Aparte que cuando uno se ubica en lo infinitesimal que es nuestra presencia en esos millones de años, es como para ponerse más humilde y cuidadoso con la madre Tierra. De paso aprovechamos en difundir el Diario del Explorador Llwyd ap Iwan, el cual contiene mucha información histórica y de toponimios necesaria de conocer en esa zona.
El día viernes en la mañana, fuimos a mirar la famosa Quebrada Honda, donde estuvo haciendo sus prospecciones Equus Mining, sin lograr acceder al estar cerrada la pasada con una barrera e inmenso candado y cadena puesto por la minera. En todo caso, para llegar al terreno fiscal donde fueron las prospecciones, hay que conseguir primero pasar por una propiedad particular dedicada a la ganadería. Y claro, es diferente ver eso en el papel que en terreno. Igual, no logramos encontrar el sitio arqueológico que hay por ahí, eso que estuvimos parados delante. Por lo visto hay que tener más preparación en esas cosas. Y de que debe haber más sitios hacia el interior del valle es bastante evidente. La famosa Cueva de las Manos del Pedregoso ¡esta mucho más arriba! Justamente, esa tarde nos fuimos al Arroyo Pedregoso, por donde ascendimos luego hacia el Valle Lunar, mientras íbamos aprendiendo de la geología del lugar y hasta encontramos un fósil. La verdad es que todo ese sector es espectacular. Igual se ve increíble todo ese cordón montañoso de domos volcánicos a lo largo del Jeinimeni y que da para más que solo el sendero del Valle Lunar, Piedra Clavada y Cueva de las Manos. Pensamos aún hay un mundo por descubrir y poner en valor. Igual, se perciben problemas de acceso. También echamos de menos más biodiversidad estepárica en este sitio prioritario para su conservación un tanto escuálido. En todo caso, hay ahí un gran desafío en congeniar geología-paisaje, biodiversidad, turismo y ganadería y pensamos la biología y conservación ha ido aprendiendo de la necesidad de involucrar a las comunidades vecinas, sin cuya participación la conservación se vuelve prácticamente imposible.
Finalmente, vale concluir que Chile Chico las tiene todas para convertirse en un polo patrimonial natural y cultural, también turístico, aunque aún está en pañales para eso y por cierto todo comienza por culturizarse y cuidar ese patrimonio para afrontar el desafío.