Hace tres décadas que los voluntarios de CODEFF participan en la protección de la Lobería de Cobquecura, en la Región del Ñuble. Su principal trabajo es proteger a las crías de los lobos marinos ante el posible hostigamiento que puedan recibir por parte de los veraneantes que visitan el sector, de esta manera se les asegura mayor tranquilidad en el período en que nacen y crecen, por eso el voluntariado se mantiene durante las 24 horas del día en la playa protegiendo el hábitat y asegurando la tranquilidad de los animales.
Parte de la labor que realizan los voluntarios en la zona, consite en entregar información a los visitantes relacionada con los cuidados y precauciones que deben tener con los mamíferos, de esta manera se les solícita que no se acerquen a ellos con el fin de evitar algún tipo de accidente, también deben cuidar a las crías, rescatandolas si se alejan de la zona donde se encuentran sus padres, teniendo que hidratarlas y estar junto a ellas hasta que la marea suba y puedan volver a la Lobería.
El trabajo que realiza CODEFF junto a los voluntarios, le ha permitido formar parte del Comité de Gestión del Santuario, que está integrado por la Municipalidad de Cobquecura, la Gobernación de Itata, Seremi de Medio Ambiente de Ñuble, Sernapesca, INJUV y la Universidad de Concepción. Estas instituciones han logrado implementar una casa rodante, una unidad móvil de Sernapesca y un corral para proteger a las crías que nacen en estas fechas, además, de carpas donde se revisa que los lobos no tengan heridas para dejarlos en su hábitat.
El rol de los que participan en la ayuda y protección de este sector es de suma importancia, ya que, debido a su trabajo, han logrado que la población de mamíferos en la Lobería se mantenga estable, convirtiéndose en uno de los principales atractivos turísticos de la región.
Hace tres décadas que los voluntarios de CODEFF participan en la protección de la Lobería de Cobquecura, en la Región del Ñuble. Su principal trabajo es proteger a las crías de los lobos marinos ante el posible hostigamiento que puedan recibir por parte de los veraneantes que visitan el sector, de esta manera se les asegura mayor tranquilidad en el período en que nacen y crecen, por eso el voluntariado se mantiene durante las 24 horas del día en la playa protegiendo el hábitat y asegurando la tranquilidad de los animales.
Parte de la labor que realizan los voluntarios en la zona, consite en entregar información a los visitantes relacionada con los cuidados y precauciones que deben tener con los mamíferos, de esta manera se les solícita que no se acerquen a ellos con el fin de evitar algún tipo de accidente, también deben cuidar a las crías, rescatandolas si se alejan de la zona donde se encuentran sus padres, teniendo que hidratarlas y estar junto a ellas hasta que la marea suba y puedan volver a la Lobería.
El trabajo que realiza CODEFF junto a los voluntarios, les ha permitido formar parte del Comité de Gestión del Santuario, que está integrado por la Municipalidad de Cobquecura, la Gobernación de Itata, Seremi de Medio Ambiente de Ñuble, Sernapesca, INJUV y la Universidad de Concepción. Estas instituciones han logrado implementar una casa rodante, una unidad móvil de Sernapesca y un corral para proteger a las crías que nacen en estas fechas, además, de carpas donde se revisa que los lobos no tengan heridas para dejarlos en su hábitat.
El rol de los que participan en la ayuda y protección de este sector es de suma importancia, ya que, debido a su trabajo, han logrado que la población de mamíferos en la Lobería se mantenga estable, convirtiéndose en uno de los principales atractivos turísticos de la región.