El día 2 de abril, en un acto muy emotivo, y con el vivo recuerdo de nuestro amigo, periodista, socio, director y comunicador de CODEFF, Gabriel Sanhueza, quien falleció hace ya cuatro años, se dejó parte de su materia en los bosques por los que tanto luchó, sumándose lo que la Comunidad de Quinquén llevó adelante por la defensa de su árbol sagrado la Araucaria Araucana, por el acceso a la propiedad de sus tierras y por la implementación de proyectos de desarrollo social.
Este acto contó con el beneplácito de la comunidad la que estuvo representada por su Lonko don Ricardo Meliñir y la presencia de la compañera de Gabriel, Sylvie Bellangé, Petra Wilken y Jenia Jofré, codeffianas de larga trayectoria institucional, Rick Klein y su pareja, norteamericano que ha apoyado diversas causas de Codeff, y en representación del actual directorio de CODEFF, Hernán Verscheure.
Gabriel Sanhueza o como le dicen sus más cercanos,”Gabo”, integró el CODEFF desde los años 80, y desde ahí luchó y dedicó su vida a la defensa de la naturaleza y pueblos originarios.
Gabriel participó también en “CODEFF- Informa”, editado entre los años 1987 y 1990. Este abordaba contenidos desde el punto de vista analítico y propositivo. Algunos de sus números se distribuyeron como separata en las páginas del diario La Nación, contando con el financiamiento de la agencia italiana CRIC.
Muchos fueron los aportes de Gabo a CODEFF, y ello se refleja en los mensajes de quienes fueron sus grandes amigos y conocidos.
En ese sentido, Hernán Verscheure, cuenta que “Gabriel además de ser un gran amigo para muchos de los que nos tocó compartir con él en CODEFF, y también a nivel personal, fue un gran colaborador en las causas por las cuales nuestra organización era activa. Entre ellas su apoyo en la defensa de los bosques de Araucaria, campaña protagonizada por la Comunidad Pehuenche de Quinquén, Comuna de Lonquimay, Región de La Araucanía; y aquella relativa a la recuperación de la propiedad de sus tierras por parte de esta comunidad. Estas causas fueron una enorme contribución sobre todo desde el ámbito de las comunicaciones. También puso a disposición de CODEFF múltiples y valiosos contactos con Fundaciones y organizaciones relacionadas con la cooperación que trajo desde Alemania, país que lo acogió en el exilio. Su visión progresista del mundo sobre todo en lo social y ambiental, contribuyó a un crecimiento organizacional sin precedentes sobre todo en la década de los 90. “Gabriel ahora está formado parte de aquellos bosques de Araucaria que defendió y desde ahí nos seguirá inspirando”, señala Hernán Verscheure.
A su vez, Jenia Jofré destacó que Gabriel Sanhueza llegó con nuevas energías a CODEFF a finales de los 80; con un gran sentido del humor y con una nueva y contagiosa mirada que permite a la organización a abrir nuevas líneas de acción. La construcción de la Escuela de Quinquén fue una de ellas gracias a la cooperación Alemana, contacto que traía de su exilio en ese país.
“Para la comunidad era muy difícil la educación por las condiciones climáticas y lo precario del camino. Era fácil abandonar la enseñanza antes del tercero básico, por eso una escuela con internado fue la solución para alcanzar estudios completos. Hoy muchos niños de este sector han terminado su cuarto medio en el Liceo de Lonquimay o en escuelas agrícolas en la Región o incluso alcanzando estudios superiores en la Universidad, y esto es el mejor resultado de ese sueño compartido entre Gabo y los dirigentes de esta comunidad pehuenche. Por este motivo sus cenizas fueron esparcidas entre Araucarias milenarias como era su deseo”, señaló finalmente Jenia Jofré.
“CODEFF agradece a Gabriel Sanhueza el haber sido parte de su historia, el haber dejado una huella imborrable en la vida de tantas personas y lugares luchando por la defensa de especies y comunidades. Ahora es más que nunca parte del ciclo de vida de aquel lugar que tanto amó”, señaló Ximena Salinas, Presidenta de CODEFF.