Con más de 100 crías de Lobos Marinos rescatadas concluyeron este 18 de febrero los trabajos del voluntariado de protección ambiental que CODEFF en su xxx versión realizada en el Santuario de la Naturaleza “Islote La Lobería”, en la comuna de Cobquecura, región del Bío Bío.
Las labores que los integrantes de nuestra institución realizaron en la zona, se enfocaron en el proceso de crianza de
los Lobos Marinos del lugar, realizando tareas de rescate de ejemplares que estuviesen fuera del Santuario, educación ambiental (especialmente hacia los turistas que visitaron la playa) y registro de las actividades.
Esta iniciativa se extendió desde el 23 de enero hasta el 18 de febrero y fue organizada por el Comité de Gestión del Santuario “Islote La Lobería”, el cual está integrado por CODEFF junto a la Ilustre Municipalidad de Cobquecura, la SEREMI de Medio Ambiente de la región del Biobío, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (SERNAPESCA), la Armada de Chile, el Consejo de Monumentos Nacionales, Carabineros de Chile, la Universidad de Concepción a través de su proyecto PIMEX e integrantes del comercio turístico, gastronómico y de servicios de la zona.
Fueron un total de 340 horas de trabajo, en las cuales se rescataron 125 crías de Lobos Marinos, teniendo más de 80% de éxito en el reencuentro de las crías con sus madres y posterior integración a su lobería. Además, durante los trabajos en la zona, se entregó material educativo consistente en volantes y folletos para instruir a los turistas, explicándoles la importancia ecológica de la zona, y evitar que escalaran la roca en donde se posan los Lobos e ingresaran al Santuario. En esta tarea, la labor de coordinación previa y los patrullajes de apoyo de Carabineros, SERNAPESCA y la Armada de Chile fueron vitales para el éxito.
La necesidad de realizar acciones tendientes a la protección de los Lobos Marinos en la zona, esta temporada fue urgente, por la situación de peligro en la que se encontraban las crías de Lobos Marinos al producirse un “puente de arena” o «barra» que permitió que turistas accederieran caminando desde la playa Cobquecura hasta la roca principal, lo que generó a mediados de enero (antes del inicio de nuestros trabajos) un episodio de estampida donde resultaron aplastadas varias crías.
Para Luciano Pérez, Secretario General de CODEFF y quien coordinó los trabajos en la zona, lo más destacado del proceso del voluntariado fue “el reencuentro con un municipio activo, que nos colaboró. Además, está el trabajo con voluntarios, que esta vez fueron de la propia comuna y que se sumaron a las tareas de protección, lo que para nosotros es sumamente valioso porque nos habla de personas más empoderadas del cuidado de su santuario. A través de esto, podemos ver que el trabajo realizado durante años ha rendido frutos”.
Maite Paredes, socia de CODEFF y quien acompañó a Luciano Pérez en el trabajo de campo en el lugar, nos comenta que para ella la experiencia fue “volver a compartir con jóvenes y mi hijo una experiencia así. Lo que más me gustó fue darme cuenta que sí les importa lo que le sucede a este planeta, los animales, las plantas”. Respecto al trabajo en la Lobería, nos señala que “resultó arduo esta temporada, pero así también sacamos lo mejor de cada uno”. Otro aspecto importante, y que destaca Maite, es el posicionamiento que tiene el trabajo de CODEFF en la región del Biobío “Es gratificante la llegada con el turista, muchos felicitaban a CODEFF por su trabajo y lo agradecían. Conocimos gente ya adulta que nos contaban que habían sido nuestros voluntarios y les emocionaba vernos después de muchos años allí aún protegiendo el Santuario”.
Ximena Salinas, presidenta de CODEFF es para nosotros un gran logro llegar a proteger así a las crías de lobos en el Santuario, educar a la población en su cuidado y estar en acción directa con voluntarios motivados y dispuestos ante un fenómeno que se da todos los años. CODEFF ha estado presente por años, y eso habla de la seriedad y real compromiso en la protección de la fauna en peligro.