En ACCIÓN

LA NATURALEZA, el gran ausente en estas elecciones

Presentados los Programas de los 8 candidatos, la Naturaleza y los bosques NO EXISTEN en la oferta programática de los distintos candidatos a la Presidencia de la Republica, así como de los candidatos a formar parte del nuevo Parlamento, Ello hace necesario señalar las tareas que debería afrontar un nuevo Gobierno para mejorar y consolidar la Conservación de la Naturaleza chilena y el Desarrollo de un Sector Forestal al servicio de los chilenos.

Los bosques nativos, las plantaciones forestales y las formaciones vegetales, constituyen un importante activo natural, social y económico para nuestro País. Estratégicamente su presencia y su desarrollo permiten a la ciudadanía provisionarse de bienes así como de distintos servicios, como paisajismo y posibilidades de recreación y relajo, así como, en un contexto de cambio climático, contar con su función reguladora y también de regulación de las aguas y de los suelos. Todo ello hace de los bosques actuales y futuros una herramienta para el bienestar y la protección de los habitantes de Chile, así como de la protección del territorio nacional y su Naturaleza

Estas propuestas están pensadas en un programa de Gobierno de 4 años, con una PROYECCION E LARGO PLAZO, pero es el programa de acción para estos 4 años.  Por ello el esfuerzo no puede estar puesto y supeditados a cambios legislativos.  No cambiaremos ninguna Ley en estos 4 años, más aún en un contexto político y económico más limitado que los habidos en los últimos 30 años en el país, y más aún en la situación especialmente adversa que hoy vive el sector forestal. Un programa funcional debe partir de que en esencia se mantendrán las condiciones actuales y debemos actuar con los recursos e instrumentos políticos con que hoy contamos.  Por lo demás un examen de lo sucedido nos indica que no hemos sacado buen partido de los instrumentos y recursos con que hoy disponemos, y que una administración más eficiente de los mismos nos debiera permitir avances muy significativos en el desarrollo forestal de nuestro país, en especial en el ámbito del bosque nativo.

Proyección de largo plazo EL GRAN OBJETIVO

Que los bosques contribuyan de modo significativo a la economía del país, brindando mayores oportunidades de trabajo y una mejor calidad de vida a los habitantes de las Comunas Forestales, en armonía con la Naturaleza.

Los objetivos y acciones para estos 4 años

1.-    LA CONSERVACIÓN DE LA NATURALEZA Y LOS BOSQUES

La CONAF ha publicado una nueva actualización del Catastro de Bosque Nativo, lo que nos da un panorama de la situación actual.  Son buenas noticias.

Hoy tenemos 14.728.482 hectáreas de bosque nativo, situación muy alejada de todos los pronósticos catastrofista que han llenado páginas y páginas de la prensa amarilla en los últimos 30 años.

De todas maneras es necesario analizar en detalle las cifras, para entenderlas mejor, y con ello tener una mejor comprensión de los factores que están afectando, positiva y negativamente, a la Naturaleza chilena.  De hecho al leer este informe y compararlo con el anterior, 2020, aparecen algunas inconsistencias que es necesario esclarecer.

En este sentido lo más relevante es que si bien el país ha avanzado significativamente en materia de conservación de sus bosques naturales, aún tenemos una tasa de retroceso de nuestros bosques de alrededor de 2500 hectáreas anuales

Por lo tanto una primera meta ineludible es avanzar a un BALANCE FORESTAL  CERO al año 2030.

Este desafío no va ser fácil de cumplir, por cuanto el Gobierno del Presidente Boric ha tenido éxito en descuartizar al organismo responsable de los notables avances que ha tenido Chile en materia de Conservación de la Naturaleza, la CONAF, con la paradoja, además, que este es el único organismo creado por el Presidente Salvador Allende que había logrado sobrevivir hasta hoy. Así el Presidente Boric ha destruido el último legado vivo del Presidente Salvador Allende.

Para avanzar más en esta meta se deben continuar y mejorar los esfuerzos de un manejo sostenible del bosque nativo, y de su fiscalización, así como disminuir el impacto de los incendios forestales en la Naturaleza.

Por otra parte no tiene sentido un esfuerzo en la restitución del bosque nativo, si seguimos perdiendo bosque nativo por otro lado. Más aún que una plantación de árboles nativos NO ES un bosque natural, es una plantación forestal. Sumemos a ello el alto costo de los programas de restitución y el elevado nivel de fracaso de estos esfuerzos, sobre un 60 %, al hacer la evaluación en un plazo de 5 años. No tiene sentido insistir en la restitución de bosque nativo, dando palos de ciego hasta que mejoremos nuestro conocimiento al respecto.

2.-   EL PROBLEMA DEL MANEJO DEL BOSQUE NATIVO

Sin duda, desde el año 1990 al menos, existen esfuerzos significativo por avanzar en el avance en del manejo del bosque nativo.  Como también resulta evidente que esos esfuerzos han tenido resultados bastante modestos en relación a la magnitud del esfuerzo  y en muchos casos su carácter sostenible resulta a lo menos dudoso.

No tiene sentido volver a colocar el manejo sostenible del bosque nativo como un propósito si no se revisan y evalúan que pasó con los esfuerzos hechos hasta ahora,  por que sus pobres resultados.

La política pública para promover el manejo sostenible del bosque nativo cuenta con dos instrumentos centrales, el Plan de Manejo Forestal y las bonificaciones al manejo del bosque nativo.  Siendo estas herramientas bastante potentes, debemos partir por revisar su aplicación antes de pasar a otros elementos faltantes. El eje es el Plan de Manejo Forestal (PMF), cuando está bien diseñado y aplicado los resultados son buenos. Y en general la fiscalización apunta a su correcta aplicación, se da por hecho que si está aprobado por CONAF está bien diseñado. Pero la mayoría de los PMF tiene problemas en su diseño, aplicando métodos silvícolas que no funcionan bien.

A su vez esto es resultado de un conocimiento insuficiente del bosque nativo. Aplicamos una silvicultura europea y norteamericana desarrollada para bosques homogéneos y coetáneos, y los bosques nativos NO cumplen estas condiciones, ni siquiera los renovales (al menos al sur del río Laja).  El bosque nativo rara vez es coetáneo y siempre es extraordinariamente heterogéneo, casi siempre es ralo producto de los muchos raleos y floreos, y el fracaso de la regeneración natural, por lo que siempre se debiera aplicar una plantación suplementaria (100 árboles por hectárea).

Existe un evidente abuso en la aplicación de los raleos, la gran mayoría de los renovales son ralos, y se aprueban raleos para estos bosques que ya están ralos. El raleo ya no es un método aplicable y no se debiera aplicar en bosques con menos de 40 m2 de área basal.

La regeneración natural también es un método fallido, con un fracaso en el 90 % de los casos, no se debiera aprobar un método con una probabilidad de fracaso del 90 %. Las plantaciones de especies nativas también tienen un fracaso de sobre el 90 %.

He trabajado en terreno en la aplicación, revisión y fiscalización de los PMF y es evidente que tenemos un problema de falta de conocimiento de nuestro bosque nativo.

Mención aparte de la mala aplicación de la bonificación forestal lo constituye la bonificación de la corta de bosques irregulares, que constituye un pago a la degradación del bosque nativo, en un vergonzoso afán de cumplir metas. Esta corta es exactamente igual a la corta selectiva o entresaca, sin embargo el Reglamento (259) obliga a reponer los árboles cortados, al cambiarle el nombre a “corta de bosques irregulares”  se eludió la obligación reglamentaria de reponer los árboles cortados, lo que constituye legalizar la degradación del bosque nativo, en un afán de inflar los cumplimientos de metas.

Cabe hacer notar que las actividades a bonificar están definidas en el Reglamento del Fondo de Conservación, Recuperación y Manejo Sustentable del Bosque Nativo, en particular en su artículo 4° define las actividades bonificables destinadas al manejo y recuperación de bosques nativos para fines de producción maderera. Sin embargo al revisar la Tablas de valores aparecen varias actividades que no están en el reglamento, y la mayoría de estas actividades son de carácter más degradante que de manejo sostenible.

En conclusión podemos dar un impulso sustantivo al manejo de bosque nativo corrigiendo una serie de vicios en su aplicación y que explican en gran parte los malos resultados tenidos hasta ahora.

De todas manera es necesario mejorar el conocimiento de la ecología y la silvicultura de bosque nativo.  Ello pasa por reconectar la Academia, que se ha ido por una línea tecnológica muy alejada del bosque nativo, drones, sensores remotos desarrollo computacional. El desarrollo tecnológico computacional no va a solucionar los déficit que tenemos en la ecología y silvicultura del bosque nativo.

3.-   LOS INCENDIOS FORESTALES 

Se han convertido en una gran amenaza en gran parte del mundo, tanto para las poblaciones humanas como para la naturaleza y la biodiversidad, con un fuerte aumento en todo el mundo de los incendios intencionales, que normalmente dan origen a los incendios más graves.

Contra esta amenaza la única prevención posible es la de carácter policial, se requiere una mayor vigilancia policial en las áreas más amenazadas, pero por sobre todo se requiere una mayor persecución judicial. Los Fiscales y Jueces tienen una deuda con el país en esta materia.

En Chile las estadísticas de incendio van en consonancia con la tendencia mundial, teniendo un claro aumento de las temporadas complicadas desde el año 2014 en adelante, con 4 temporadas complicadas y 2 temporadas extremas, 2017 y 2023.

La última temporada fue menor, pero con una gran concentración en la Región de La Araucanía 60.150 de las 95 mil hectáreas quemadas este año en el país, y esta alza es resultado de la ALTA INTENCIONALIDAD de los incendios forestales en La Araucanía.

En bosque nativo la mayor amenaza es la población local. El turista foráneo es un visitante cuidadoso de las áreas silvestres, no así el turista local, que además se siente dueño del lugar y actúa con bastante prepotencia.  El discurso romántico  de las ONG respecto de las comunidades locales, es una fantasía urbana, y no ayuda nada al respecto, al contrario, avala este tipo de actitudes prepotentes y solo es ganancia para las ONG.

El mayor problema son los asados en lugares silvestres, y aunque existen leyes al respecto, no se fiscalizan ni se respetan, en la mayoría de los casos son pescadores locales, que tampoco respetan las leyes de pesca, usando carnada viva.

En síntesis las mayores amenazas de incendios provienen de la POBLACION LOCAL y ello requiere posiblemente de una campaña de prevención muy distinta a las aplicadas hasta ahora y claramente el discurso social de las comunidades locales son más mitológicas que reales y en nada ayudan.

En los últimos tres años ha habido un fuerte aumento de los recursos destinados al combate de incendios forestales, casi cuadruplicando el presupuesto, tal como se puede visualizar en el cuadro de más abajo.

Sin embargo el grueso de estos mayores recursos se concentran en Bienes y Servicios, que vieron sextuplicado los recursos.  Es que estos mayores recursos se han concentrado en la contratación de grandes naves, lo que resulta muy oneroso y el beneficio no es proporcional al enorme gasto efectuado, es mas un medio que da mayor imagen política que efectividad real.  Las grandes naves dan buen resultado en topografías planas, como son los bosques boreales, pero en el caso de Chile los bosques son más de montañas.  Las grandes naves satisfacen a los inexpertos periodistas de la TV, con lo que obtienen mayores rating, pero no justifican el tremendo gasto que significan.

En contraste, los combatientes de incendios solo aumentaron en un 70%.

De todas manera los combatientes de incendio han perdido mística y con ello eficacia.  La mejor hora para el combate de incendios es desde la madrugada al mediodía, cuando hay más humedad, menos calor y menos viento, después del medio día las condiciones se ponen bastante adversas y en los grandes incendios las brigadas deben ser retiradas cuando impera el viento de la tarde.  Sin embargo hoy es raro que las brigadas lleguen antes de las 10 de la mañana al combate de incendios, perdiendo las mejores 4 horas del día para el combate.  En este aspecto la acción sindical ha sido tan nefasta, como la de los periodistas.

Se puede mejorar notablemente el combate teniendo las brigadas en combate a mas tardar a las 6 de la mañana, y con el apoyo de naves aptas paran nuestra topografía de cerros.

Otro gran fracaso son los cortafuegos periurbanos, todos estos esfuerzos han resultados en tomas, con lo cual el resultado es exactamente el inverso al buscado, tenemos las poblaciones precarias viviendo al borde las plantaciones forestales, con un mayor riesgo de incendio y un mayor riesgo a la población en caso de incendios.  Este es un problema de difícil solución y sin duda la solución no está en manos de las autoridades forestales.  Sin embargo también este problema también es causa de la desconexión de las plantaciones forestales con la Comunidad Local, lo que trataremos en el próximo capítulo.

4.-   LAS PLANTACIONES FORESTALES

Las Plantaciones Forestales están hoy en Chile bastante desprestigiada, y este estigma es hoy su mayor limitación.  Hoy no existe ninguna posibilidad que el congreso apruebe una nueva ley de fomento a las plantaciones, como muchos forestales reclaman.  Este desprestigio de las plantaciones tiene origen en la desconexión que existe entre las Plantaciones Forestales y la Comunidad. El mejor ejemplo de ello lo constituye la Comuna de Curanilahue, la Comuna mas plantada de Chile, con el 70 % de su territorio, sin embargo una cantidad insignificante de los habitantes de Curanilahue trabaja y tiene vínculos  con esas plantaciones forestales

El problema se origina por dos causas,

    1. el modelo productor de biomasa (sobretodo Arauco),
    2. el uso generalizado del modelo de Faustmann (1847) para la evaluación económica de los modelos de manejo forestal, ya que este es un modelo catastrofista, siempre termina en una gran catástrofe, en la liquidación del bosque. 

El modelo productor de biomasa casi no requiere de mano de obra, mientras que un modelo de silvicultura más intensiva es altamente demandante de mano de obra.  Un modelo que produzca madera “clear”, al estilo de Sutton, requiere de rotaciones más largas y un manejo más intensivo de las plantaciones forestales, y ello significa mas trabajo para la comunidad y una mayor rentabilidad para la empresa, doble ganancia.

El uso del TIR y el VNP, mediante el modelo de Faustmann, castiga la sustentabilidad como nosotros la entendemos.  El modelo de Faustmann privilegia las rotaciones muy cortas y con ello la producción de árboles muy delgados y en general de productos de bajo valor agregado, castigando el buen manejo forestal y con ello la generación de trabajo.

Lo paradójico es que ello además lleva a las empresas a ganar menos dinero, pues te dice que es mejor maximizar el VNP o el TIR cuando en la realidad ello significa menos $ por hectárea.  Es absurdo que sea mejor negocio ganar menos dinero por hectárea,  es una estupidez. Este absurdo es justamente por la aplicación de un modelo catastrofista de evaluación económica de los bosques.  Sin embargo el uso del VNP es un dogma sacrosanto, y las empresas siguen manejando mal sus bosques y siguen perdiendo ganancias por cada hectárea de bosque que poseen por la aplicación del modelo de Faustmann.

El problema es que los dogmas sacrosantos son difíciles de quebrar.

Pero debemos apuntar a promover y acordar modelos que maximicen la ganancia por hectárea, y de esa forma tener rotaciones más largas y un manejo más intensivo de las plantaciones forestales chilenas y con ello lograr obtener una mejor integración de las plantaciones con las comunidades locales y con el ambiente.

Por otra parte se deben renovar los esfuerzos por una mayor diversidad en las plantaciones forestales.  Las plantaciones de pino Oregón hoy producen una madera que tiene el mismo precio que la madera de raulí en píe. Hoy dan una mayor rentabilidad por hectárea que pino o eucaliptus, sin duda este es un recurso que estamos desaprovechando.

5.-   El SNASPE, MOTOR DEL DESARROLLO LOCAL

El Sistema Nacional de Areas Silvestres Protegidas del Estado ha tenido un gran desarrollo,  pasando de 45 unidades con 9.8 millones de hectáreas el año 1970, a 110 unidades con 19 millones de hectáreas hoy, repartidas entre la Línea de La Concordia y el Cabo de Hornos, transformándose de este modo en la columna vertebral de la Protección de la Naturaleza y la Biodiversidad en Chile.

Sin embargo adolece de un histórico déficit presupuestario del 60 %. Con el aporte fiscal tradicional alcanza para pagar los sueldos de los guardaparques hasta el mes de julio.  El resto debe financiarse con la generación de ingresos propios, esto es que lo paguen los turistas.  Esto resulta del todo inconsistente con un enfoque más integral y el desarrollo de los servicios del bosque. Es un pesado gravamen al desarrollo del turismo como alternativa.

Lo más probable es que esta situación se agrave con la creación del SBASP, pues hasta hoy el aparato administrativo de la CONAF, que alcanza hasta el nivel provincial, es el que brinda soporte administrativo al SNASPE, hasta para comprar un clavo.  Al quedar separado en Ministerios apartes el SBASP deberá crear su propio aparato administrativo, que sea capaz de dar soporte administrativo a las 110 unidades del SNASPE repartidas por todo el país,.  Obviamente los legisladores que crearon el SBASP no tienen idea del costo que esto significa.  Las autoridades regionales del nuevo servicio obviamente se van a instalar en oficinas en las capitales regionales, muy lejos del SNASPE, y requerirán de a lo menos un vehículo permanente, todo con el mismo presupuesto menguando los recursos disponibles para mantener el SNASPE.

El financiamiento del SNASPE forma parte de la Ley de Presupuesto que cada año debe aprobar el Parlamento para el funcionamiento del Estado chileno, por lo cual no requiere de ninguna Ley especial para solucionarlo, se resuelve en la Ley de Presupuesto de la Nación

Urge dotar a SNASPE del financiamiento fiscal que haga posible un desarrollo de los servicios asociados a la protección de la naturaleza y que no sea un gravamen para el turismo.

Las unidades del SNASPE deben ser un motor del desarrollo local, para ello el desarrollo de la infraestructura turística debe estar asociada a las cabecera de las comunas y a las áreas aledañas al SNASPE, de modo que el turismo no tenga un impacto negativo en la protección de la naturaleza, que es el fin principal del SNASPE (a diferencia que argentina, donde el fin principal es el turismo, y se llaman “parques nacionales de turismo”), y de ese modo contribuyan al desarrollo local.  La infraestructura turística, cabañas y alojamientos y demases, al estar en los predios aledaños y en los pueblos cercanos, no solo libera al SNASPE del riesgo de este desarrollo turístico, de esta forma, además se transforma al SNASPE en motor del desarrollo local.  El Caso de Puerto Natales es emblemático al respecto, el año 80 era un pobre pueblo de mineros que trabajaban en el mineral El Turbio de argentina, en cambio hoy cuenta con un gran desarrollo hotelero y turístico gracias al Parque Torres del Paine, mientras que los hoteles que están dentro del Parque contribuyen poco y nada al desarrollo de Puerto Natales y no están en armonía con la Naturaleza del Parque.

6.-   FOMENTAR LA INDUSTRIA SECUNDARIA DE LA MADERA

Dentro de la cadena de producción forestal la industria secundaria de la madera produce el 50% del empleo.  Sin embargo este es el eslabón de la producción más subdesarrollado en Chile y ello explica el modesto desempeño social del sector forestal. La producción de pulpa puede ser un gran negocio para las empresas forestales, pero en término de empleo es el eslabón más mediocre en la cadena de producción forestal, y solo requiere de bosques productores de biomasa.   Resulta vital el desarrollo de la industria secundaria para que el sector forestal chileno sea efectivamente un motor del desarrollo del país.

El tener bosques bien manejados, que entreguen madera de alta calidad, clear y maderas de mayor valor, como pino oregón, ciprés y castaño, permitiría el desarrollo de una interesante industria de elaboración de madera

CONCLUSIONES

Con estas 4 líneas de trabajo:

  1. Balance Forestal Cero
  2. Mayor eficiencia en la aplicación de las leyes que regulan el manejo de Bosque
  3. Medidas que mejoren la eficacia en el combate de incendios forestales
  4. Impulsar el manejo y la diversificación de las plantaciones forestales, en especial con pino oregón
  5. Convertir el SNASPE en motor del desarrollo local
  6. Impulsar el desarrollo de industria secundaria de la madera

Podemos dar un impulso significativo a un desarrollo forestal sostenible, con una mayor protección de la naturaleza y una mejor calidad de vida para la gente en los 4 años del próximo Gobierno.

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