Los zorros son un tipo de mamíferos carnívoros que pertenecen a la familia canina. Se destacan por ser de menor tamaño y vivir diez años cuando se encuentran en libertad o más veinte cuando están en cautiverio.
Alrededor del mundo existen cerca de 30 especies distintas, algunas de estas crean clanes y viven en manadas y otros prefieren ser solitarios. En Chile por su parte tenemos tres tipos de zorros: el chilote, el chilla y el culpeo. Los dos últimos han pasado por el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre de Codeff (CRFS).
Zorro culpeo
El zorro culpeo (Lycalopex culpaeus) es un animal nativo de esta parte del mundo y puede ser encontrado especialmente a lo largo de la Cordillera de los Andes, desde Colombia hasta Tierra del Fuego.
Una de sus particularidades es que es el segundo canido más grande de Sudamérica (después del Lobo de Crin) y puede pesar entre los 5 y 7 kg., e incluso algunas subespecies como al de Tierra del Fuego pueden llegar a hasta los 14 kg. Las patas y su cabeza son rojizas. Sus vientre, cuello y boca, son blancos y el lomo es gris con líneas negras. Además tiene una gruesa cola gris que se tornan negra hacia la punta.
Su alimentación es principalmente carnívora y se basa en los pequeños mamíferos, especialmente liebres, ratones y vizcachas que caza. Aunque en su dieta también están los huevos, las aves, los frutos de molle, litre y peumo, entre otros.
Según la UICN se encuentra en peligro de extinción porque es una especie cazada debido a conflictos con los ganaderos y criadores de aves, por su piel y la depredación por parte de perros domésticos y asilvestrados.
Como dato curioso, esta especie es buena para dispersar semillas, transportándolas y ayudando a la germinación de estas. Y además, por el CRFS han pasado varios ejemplares.
Zorro chilla
El zorro chilla (Lycalopex griseus) es un animal nativo propio de Sudamérica, que habita principalmente: Perú, Argentina y en Chile desde Arica hasta Tierra del Fuego.
Se caracteriza por ser de un tamaño medio porque su longitud no supera los 90 cm de largo y su un peso puede variar entre los 2,5 y los 4 kg. Sus patas son proporcionalmente más cortas que las del zorro culpeo y la forma de su hocico es puntiagudo. El pelaje del zorro chilla es denso y sus colores se mueven en la escala de los grises, con excepción de sus piernas y su gruesa cola, que se tornan de un café pálido con franjas oscuras o blancas.
Es una especie solitaria que recorre varios km caminando y reconociendo terrenos. Su momento de mayor actividad es en horas crepusculares, aunque igualmente puede ser visto durante el día. En época de celo abandona su vida de soltero y forma una pareja por año. Este apareamiento se da principalmente entre agosto y octubre. Algo curioso y particular de la especie es que luego de ese proceso, ambos padres se involucran en el cuidado de las crías.
Su alimentación se basa principalmente en la caza de roedores, lagartijas, insectos, ovinos, entre otros. Aunque no se puede dejar de mencionar que también consumen vegetales y en ocasiones carroña. Esa misma alimentación provoca que los dueños de los distintos animales depredados lo casen. Sin embargo, según la UICN no se encuentra en el peligro.
Esta especie es realmente importante para la historia del CRFS porque el primer animal que llegó a las dependencias del Cajón del Maipo e inició estos 25 años de rehabilitación, fue un zorro chilla.