El Loro Choroy o Enicognathus leptorhynchus es una pequeña ave que habita en los bosques de Chile, específicamente desde Aconcagua a Chiloé, con algunos avistamientos en Aysén. Este animal es muy inteligente y puede adaptarse rápidamente al contacto con el ser humano.
La tonalidad del Loro Choroy corresponde a un color verde oscuro, mientras que su altura se aproxima a los 40 centímetros, además tiene una cola larga y en su cabeza una corona con ornamentos de color negro y en forma transversal, con una mancha roja que se encuentra cerca de los ojos.
Si se compara con el Loro Cachaña, posee la mamila aguzada y larga (siendo su característica más distinguible), plumaje verde brillante sin apariencia escamosa, parche frontal rojo y más extenso y el ventral más chico y menos delimitado.
Aunque uno de los tantos rasgos por los que es posible distinguirlos es por sus ojos pequeños y lo peculiar de sus anillos oculares grisáceos y un color anaranjado en el iris.
Es difícil encontrar a estos loros en forma solitaria, ya que al ser animales sociables suelen mantenerse en bandadas y en época de apareamiento suelen ser muy bulliciosos.
Respecto a su reproducción, estas aves pueden tener entre tres y seis huevos, los que pueden eclosionar en ocasiones antes de 25 días. Al nacer las crías necesitan del cuidado de sus padres, ya que no tienen plumas y no pueden valerse por sí mismos.
Al alimentarse se protegen entre ellos, de tal forma, que cuando unos buscan alimento en el suelo, otros se posan en las alturas de los árboles para advertir cuando existe alguna amenaza. Además, construyen sus nidos en las alturas pudiendo más de uno anidar en el mismo lugar.
Los choroy son granívoros, es decir, se alimentan de semillas y granos que encuentran en flores y árboles, aunque debido a la destrucción de su hábitat natural su alimentación ha cambiado e invaden algunas cosechas para sustituir su alimento.
Finalmente, la venta y comercialización del Loro Choroy en nuestro país se encuentra penalizada.