“Hay que aprender para conocer y hay que conocer para amar”, sostiene Eileen, la joven educadora ambiental que desde el año 2016 colabora en la rehabilitación de la fauna silvestre en el centro de CODEFF, ubicado en el Cajón del Maipo.
Estudiante de ingeniería en administración de empresas, esta joven oriunda de Rancagua, expresa su pasión por enseñar y dar a conocer las maravillas de la naturaleza, así como también, su cuidado y protección: “Desde pequeña siempre quise ser como los guías de los safaris en África y fue lo que en parte me motivó a estudiar la carrera de Administración de Empresas Turísticas con la especialidad en Turismo Aventura”.
A sus 24 años de edad, Eyleen Palma Marchant junto con Domingo Galleguillos, son los coordinadores del Centro de Rehabilitación. En esta tarea, gestionan las actividades que realizan los voluntarios en los períodos de invierno y verano: “Suben al centro a lo largo del año”, afirma Eileen, “para ayudar en el trabajo de enriquecimiento y/o mantención de los recintos. También nos encargamos de realizar planificaciones y preparar proyectos que se puedan realizar en el centro”.
Uno de los motivos que le llevaron a trabajar en el Centro de Rehabilitación de Fauna Silvestre fue el querer ayudar y entregar sus conocimientos y habilidades. “Bajo mi punto de vista, es el que más necesita ayuda, ya que trabaja y se sustenta con el sistema de apadrinamiento, aportes y colaboración de los voluntarios”. La estudiante, para quien los animales siempre han sido parte importante de su vida, considera que existe poca preocupación a nivel nacional y cultural por la fauna silvestre, lo que afecta directamente en un mayor apoyo desde el voluntariado.
Por otra parte, Eileen cuenta que conocer el centro ha significado el haber obtenido un crecimiento personal y profesional, al igual que estar en contacto con gente que ama lo que hace, ha sido maravilloso y además de ayudar en la reintegración de especies nativas.