Veintiséis árboles que nacieron hace casi cien años, se elevaron por más de 30 metros, soportaron terremotos se salvaron de incendios cercanos y tsunamis, pero quedaron indefensos ante la acción de inescrupulosos que los cortaron ilegalmente. Se trata de cipreses que se encontraban en el límite del Parque Tumbes ubicado en el sector de los cerros de Talcahuano.
Una vecina, que prefiere mantener su anonimato, relató que durante “la tarde, pasó un camión grande, lleno de troncos gigantes casi enteros frente a mi casa. Conozco la procedencia y era del Parque“, incluso asegura que interactuó con las personas que realizaron la faena.
El Parque Tumbes está a cargo del Comité Pro Defensa de la Fauna y Flora, CODEFF, cuyo encargado en la zona Luciano Pérez acotó que “es una perdida irreparable, no solo por los añosos árboles que fueron cortados, sino además por el daño a especies que viven en estos árboles como peucos, lechuzas, buhos y Jotes. Además este espacio natural es parte de la identidad de la comunidad de los cerros, donde se reconoce al Parque como parte de su patrimonio”. El representante de la organización en región anunció que ya están en curso las acciones legales correspondientes, con el apoyo de la municipalidad de Talcahuano con quienes se comparte la administración.
Las pistas preliminares apuntan al robo de madera, ya que estos cipreses pueden venderse con facilidad a 600 mil pesos por tronco, en este caso fueron 26 ejemplares sanos y maduros, lo que significaría unos 15 millones de pesos; Esta madera posee características muy apreciadas por su resistencia a la humedad y durabilidad en usos costeros para la construcción de embarcaciones artesanales.